Importante donación para nuestra colección Hernandiana
2019-08-28 13:05:51
Testimonio de una amistad
2019-08-28 12:55:06
Segunda circular
2018-07-23 11:58:26
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BARTOLOMÉ RONCO, O
Por Enrique César Rodríguez
Estudió derecho en
Ronco desposó en 1908 a la hija de un reconocido matrimonio azuleño: el compuesto por el estanciero Evaristo Giménez - hábil pintor de acuarelas y óleos con motivos gauchescos - y Doña Leontina Brital. En 1909 su esposa María de las Nieves Clara Giménez dio a luz a la única hija del matrimonio, Carlota Margarita.
En ejercicio de su profesión, Ronco fue designado Secretario de
En dicha ciudad ocupó en 1915 la presidencia de
En abril de 1924, bajo su dirección y la de Rafael Barrios, apareció el N° 1 de
Muy bien recibida por la prensa local, nacional e internacional, prolongó su vida hasta el año 1926.
Debe merituarse en particular su sección Archivo de Azul, en la cual se reproducían fielmente los más antiguos documentos municipales desde la época fundacional.
Nacía febrero del año 1930, cuando el Dr. Ronco regalaba a los azuleños y al país otra joya bibliográfica: el primer número de Azul – Revista de Ciencias y Letras, hecha en la imprenta local de los Sres. Placente y Dupuy.
Artículos de Eleuterio Tiscornia y de Alejandro Jascalevich daban digno marco a la perla de esta edición: la reproducción facsimilar íntegra del ejemplar del Martín Fierro que perteneciera al abogado y diplomático Estanislao S. Zeballos, con correcciones del puño y letra de José Hernández.
Un profundo estudio sobre la figura del fundador de Azul, coronel Pedro Burgos, y secciones de documentos, notas locales y bibliografía completaron el ejemplar.
Escritores de la talla de Jorge Luis Borges, Horacio Rega Molina, Arturo Capdevila, Bernardo Canal Feijóo, Ulyses Petit de Murat, Baldomero Fernández Moreno, Alberto Gerchunoff, Alfonsina Storni, Enrique González Tuñón, Roberto Arlt y Norah Lange; historiadores de nota como Ricardo Caillet Bois, José Torre Revello, Enrique De Gandía, Ricardo Levene; artistas plásticos como Xul Solar ( Alejandro Schultz ) y antropólogos, filólogos y estudiosos del folklore entre los que cabe mencionar a Milcíades Alejo Vignatti, Roberto Lehmann-Nitsche y Eleuterio Tiscornia, hacen que no resulte del todo sorprendente encontrar entre las páginas de Azul estudios del etnólogo suizo Alfred Métraux; poemas de Saint-John Perse ( seudónimo de Alexis Saint-Léger Léger , Premio Nobel de Literatura en 1960 ) ; o un ensayo del escritor y poeta francés Pierre Drieu
No podemos olvidar que en el Nº 4, bajo firma del azuleño Adolfo Vilatte, se publicó por primera vez en el país una traducción parcial del Martín Fierro al francés, en este caso Los consejos del Viejo Vizcacha. (2)
A partir del número 10, de julio de 1931 asumió tareas de co-director el periodista y escritor Pablo Rojas Paz.
Azul llegó a publicar once números y dejó de aparecer en agosto de 1931.
El año 1930 resultaría particularmente fecundo para Ronco. El 17 de mayo tuvo lugar su ingreso a
Además, en junio fue electo Presidente de la comisión directiva de
Creada
Siempre en 1930, Ronco ha de dirigir junto con la poetisa azuleña María Aléx Urrutia Artieda el Suplemento Cultural del Diario El Tiempo de Azul, y con otros intelectuales de la ciudad, promovió la creación de
OTRA PASIÓN: EL MARTÍN FIERRO
Ronco no quedó inactivo por mucho tiempo. Del 28 al 30 de junio de 1931,
Al año siguiente, su espíritu inquieto lo llevó a culminar las tareas que le fueran encomendadas por
Comenzaba el año 1930 cuando el Ferrocarril del Sud estaba por concluir las obras del ramal que comunicaría la ciudad de Azul con el pueblo de Chillar. La empresa pretendía llamar Meeks a una de las nuevas estaciones ferroviarias ubicadas en este trayecto, en honor a Francisco J. Meeks que había sido uno de los propulsores de dicho Ferrocarril.
El Dr. Ronco sintió que la designación de un apellido inglés para bautizar esta estación ferroviaria no era la adecuada en “tierra de tantos heroísmos y hazañas que tienen nombres y apellidos criollos”; y manifestó su descontento públicamente en una carta abierta en el diario local El Ciudadano el 20 de enero de 1930. Fue así que un grupo de vecinos guiados por esta iniciativa y dirigidos por él, elevaron una solicitud al Ministro de Obras Públicas en la que proponían llamar Martín Fierro a la nueva estación porque el nombre “evoca la epopeya civil de la vida de nuestros campos, está hecho de alma genuinamente argentina y dice más y mejor a las colinas, a la llanura, a los arroyos, a los pastos, a las aves y al sol que circundan la nueva estación”.
Pero una de las razones principales que impulsaron al Dr. Ronco a proponer esta designación era, de acuerdo a sus investigaciones, que muchas de las escenas del poema de Hernández transcurrían en la zona de la nueva estación (7). Por tal motivo, el partido de Azul desde aquel entonces rinde homenaje al héroe hernandiano siendo, en palabras del Dr. Ronco, “la primera población argentina que lleve el nombre de Martín Fierro y quizá la única que tenga de epónimo una figura literaria”.
LA CARPINTERÍA (8)
En los fondos de la casona que ocupa la esquina este de las calles San Martín y Rivadavia, el Dr. Ronco instaló la carpintería “San José de Apillá” donde pasaba muchas horas del día, dando formas a sus sueños, que tanto se parecían a los de los espíritus infantiles: la creación de juguetes. A la luz de sus hábiles manos, los trozos de madera poco a poco iban cobrando vida, desde su imaginación y desde los dibujos que diseñaba Adolfo Godoy, por entonces un joven de la ciudad con especial inclinación a las bellas artes. Otro muchacho azuleño, Carlos Bagnoli, fue convocado por sus conocimientos de carpintería para colaborar con Ronco.
Ese espacio fue un símbolo del espíritu que caracterizó todas las acciones de este singular coleccionista: los juguetes que allí se fabricaban eran destinados en la mayoría de los casos a niños sin recursos. El mismo compraba la madera, y hasta viajó a la ciudad de Buenos Aires para adquirir las máquinas y herramientas específicas que no había aún en Azul. Quienes fueran sus empleados recuerdan que esta empresa nunca dio ganancia; sin embargo, el Dr. Ronco les pagaba por su labor, de su propio bolsillo, un sueldo más o menos equivalente al de un empleado bancario o al de un docente con cargo jerárquico. Todo lo hacía por el placer de dar y de crear.
Esa misma carpintería fue el lugar que nació, en principio, para hacer todas las estanterías y mobiliarios que se destinarían a la infraestructura del Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru. También de allí salieron muchos de los muebles que se utilizarían en
Filántropo, amante de los niños, disfrutaba como único pago el espontáneo dibujo de sus sonrisas. En el año 1937, en una de las salas abiertas al público del diario El Tiempo, se realizó una exposición de los juguetes que se fabricaban en la carpintería, y la venta de los mismos con fines benéficos. Alguna vez, también, se pensó en producirlos a gran escala y hasta se llegó a confeccionar un catálogo de muestra para una juguetería muy importante de Buenos Aires, reconocida en todo el país.
Desde estas tareas simples, cotidianas, quienes estuvieron a su lado pudieron rescatar otra de las facetas de una personalidad que manifestaba su grandeza a través de las acciones más sencillas. Desde el gesto, desde el ejemplo más que la prédica, Ronco dejó huellas imborrables en el alma de quienes lo frecuentaron, transmitiéndoles la pasión por los libros, por archivar y guardar cosas más allá de sus costos, por abrevar en la cultura los más nobles valores de espiritualidad.
Publicación jurídica creada por Ronco en el año 1935, fue dirigida por el abogado azuleño Germinal Solans. Alcanzó a editar quince números, y allí aparecieron colaboraciones suyas preanunciando lo que sería su inacabado vocabulario gauchesco y ganadero
UNIVERSIDAD POPULAR “JOSÉ HERNANDEZ”
Inaugurada en 1937, fue uno más de los esfuerzos de Bartolomé J. Ronco, secundado por María Aléx Urrutia Artieda y otros intelectuales azuleños, para difundir la cultura. Todos los profesores de esta Universidad Popular trabajaron durante muchos años en forma gratuita dando clases de apoyo a los alumnos de la ciudad.
EL MUSEO ETNOGRÁFICO Y ARCHIVO HISTÓRICO “ENRIQUE SQUIRRU”
Puesto en funcionamiento en 1945, en el primer edificio de dos plantas con que contó la ciudad, fue formado inicialmente con las colecciones donadas por el propio Ronco. Se destacan junto a piezas de cerámica indígena, la platería gauchesca y la mapuche.
Parte de las mismas brillaron en la exposición Tradición argentina: el arte de la platería desde el período precolombino hasta hoy, que se desarrolló en el Museum für Angewandte Kunst de Frankfurt, entre el 29 de septiembre y el 28 de noviembre de 2010, dentro del marco de su Feria del Libro, en la que
Posee además un Archivo Histórico con valiosa documentación referida a los orígenes y desarrollo de la ciudad, mapas, planos, fotografías, expedientes de Tierras, libros de actas municipales y otras piezas que lo han convertido en un lugar de referencia ineludible para los investigadores del pasado lugareño.
CUADERNOS DE AZUL
Llegado el año 1946,
COMISIÓN NACIONAL DE MUSEOS Y MONUMENTOS HISTORICOS
Por resolución de fecha 7 de noviembre de 1947, y con la firma de su Director Interino, Coronel Aníbal F. Imbert, Ronco fue nombrado Delegado Honorario de dicha Comisión para la región Centro y Oeste de
Al aceptar la designación, Ronco puso a disposición del organismo una serie de croquis por él confeccionados, referidos a lugares situados en la zona de Azul y en los cuales se desarrollaran hechos históricos relacionados con la guerra contra el indio.
En el Boletín de dicha Comisión vio la luz su ensayo “Lugares de interés histórico en el partido de Azul”. (9)
UNA NUEVA EXPOSICIÓN
En septiembre de 1948
Buena parte de estos materiales forman hoy el patrimonio de
LA ENCICLOPEDIA GAUCHESCA
Sobre este importante esfuerzo de recopilación citaremos el testimonio de una de las personas que trabajaran para el Dr. Ronco:
Yo tenía 21 años cuando empecé a trabajar con él, en el estudio que era además su casa. Estuve 12 años trabajando a su lado. ¡Qué hombre activo! Vivía movido por sus pasiones, que eran sus libros y los juguetes que él mismo fabricaba. Iba a Buenos Aires a buscar libros de Don Quijote, y a su regreso me hacía recortar las figuritas y pegarlas minuciosamente en álbumes que él mismo armaba, y se los encuadernaba don Francisco De Paula[…]Lo mismo hacía con todo lo que se publicaba sobre Martín Fierro. ¡Si habrá armado carpetas! Era un hombre que vivía sin horarios. […]El me enseñó la prolijidad, el método de trabajo, cómo hacer fichas. […]Era un hombre extraordinario, que vivía para los demás.
Se halla compuesta por aproximadamente 300 ediciones de la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, las que se incrementan día a día con adquisiciones que realiza
El ejemplar más antiguo del Quijote que poseyó Ronco es la edición en dos tomos en 8º que Enrico y Cornelio Verdussen imprimieron en Amberes en 1697. Hoy, gracias a la donación efectuada por el escritor inglés Julian Barnes a
El Dr. Ronco compró Quijotes en Buenos Aires, pero también lo hizo en sus viajes por Europa y gracias a los envíos de amigos y de conocedores de su pasión. En algunos ejemplares quedaron marcados detalles de esta intrahistoria de su propia biblioteca: así, en la edición infantil de John Lane que ilustrara Walter Crane, impresa en Nueva York en 1900, leemos: “Comprado en Paris en
También se conserva en su casa la numerosa correspondencia que mantuviera con libreros y editores de Buenos Aires, por ejemplo con
Y gracias a este inagotable deseo de hacerse con el mayor número posible de Quijotes, se conservan ahora en
Entre ellas destacan los cuatro pequeños volúmenes de Don Quichotte de
Y no solo de ediciones de la obra cervantina se llenaron sus estanterías, sino también de algunas de las adaptaciones que le han convertido en una fuente inagotable de lecturas, de sorpresas, de curiosidades, como ese Don Quijote en
No hemos de describirla aquí, pues la misma ha objeto de numerosas publicaciones académicas y periodísticas (13) que se ocuparon en destacar su valía.
Sostiene el abogado e historiador azuleño Guillermo Palombo (14) en interesante aporte, que
De la edición príncipe de la primera parte Ronco solamente conoció cinco ejemplares, incluido el suyo: los dos que se encontraban en
OTRAS EXPRESIONES DE SU LABOR COMUNITARIA
Fue el fundador de
EL RECONOCIMIENTO DE LOS AZULEÑOS
Tanta labor fecunda y desinteresada merecía con creces un homenaje. Y el mismo se concretó.
El diario El Tiempo del 8 de mayo de 1948 anunciaba en sus columnas:
Azul tributará el más merecido, justiciero y sentido homenaje a quien le corresponde el honroso título de propulsor de la cultura local. Nombrar al Dr. Bartolomé J. Ronco es mencionar al soñador infatigable y al abanderado de todas las inquietudes superiores del espíritu que se han registrado en la ciudad.
Sería torpeza intentar esbozar una vida larga y fecunda en sólo unas líneas. Todos sabemos lo que ha significado y lo que significa el Dr.Ronco para Azul. El martes
En el programa que se confeccionó para este acto se determinó con palabras precisas el motivo de esta distinción: “Por la obra de cultura que realiza y con motivo de su reelección para el 10º período consecutivo en
El día anunciado se efectuó el brillante y esperado acto. Con una sala colmada de gente, comenzó el profesor Ricardo Piccirilli con una conferencia titulada “La obra histórica, filológica y bibliográfica del Dr. Bartolomé J. Ronco” (16). En segundo lugar la concertista Lía Cimaglia-Espinosa ejecutó en el piano obras de Chopin, Mendelssohn, Liszt, Debussy, Fauré y Scriabine. A su término la azuleña María Aléx Urrutia Artieda recitó la bella poesía “Mensaje cordial”. En nombre de la comisión de Homenaje, el Dr. Enrique Carlos Squirru efectuó un cálido discurso y ofrenda. El cierre fue con palabras del propio Dr. Bartolomé Ronco dirigidas a la concurrencia y al pueblo de Azul.
En un artículo plasmado en el Diario Del Pueblo con fecha 12 de mayo de 1948 se pueden revivir o imaginar los momentos intensos de afectividad: “Con visible y lógica emoción, el Dr. Ronco se adelantó a fin de agradecer el homenaje. Un caluroso aplauso, al que siguió un imponente silencio, fue la recepción que el público le tributó. “
Significaba la absoluta adhesión de todos los presentes, pues la distinción del pueblo a uno de sus hijos dilectos es eterna y trasciende las fronteras del tiempo y el espacio.
SUS PRINCIPALES PUBLICACIONES
En materia jurídica mencionaremos las siguientes, aunque sin pretensión de completividad: Ejercicio de
Sin duda su obra de más largo aliento en la materia es El Recurso de Habeas Corpus en la legislación de
Aborda en esta obra lo que considera “el derecho inherente a la propia personalidad humana y como una de las mas hermosas conquistas de la democracia: la libertad de las personas”.
Considera que ella no existe si no se crea un procedimiento eficaz que por su alcance y rapidez repare “los ataques que se infieran contra la misma y logren comprometerla o menoscabarla”.
En tal sentido, la finalidad del libro es resaltar ese sagrado derecho humano y comentar las normas referidas al Habeas Corpus contenidas en el Código de Procedimiento Penal de
Destaca el autor la acción acertada e inteligente del Dr. Tomás Jofré, redactor del Código de Procedimiento Penal, a quien considera “el mas cálido y mejor inspirado defensor de las garantías procesales y el mas revolucionario y profundo renovador del derecho de forma”. Cabe recordar que el Dr. Jofré ejerció la abogacía en Azul, donde tuvo su estudio jurídico a fines de la segunda década del Siglo XX.
Ronco considera que el llamado “Código Jofré”, sancionado por
Esta norma, que es elogiada por Ronco, buscaba un pronto y certero remedio para los errores judiciales estableciendo el Habeas Corpus con “una amplitud doctrinaria y dispositiva que llegó a parecer escandalosa a los ignorantes y a los tímidos, pero que en la práctica, ha dado a la institución de aquel recurso el inmenso valor de una de las mas bellas y trascendentales conquistas del pensamiento jurídico argentino”.
La sensatez y el sentido jurídico de Ronco se manifiestan en una atinada e inteligente respuesta a los críticos del Habeas Corpus regulado por Tomás Jofré. Contra la opinión de quienes pensaban que la amplitud de la norma dejaría sometida a un procedimiento sumarísimo cuestiones jurídicas complejas del orden legal y constitucional, y que el temor a la brevedad y el apremio del trámite conspiren contra
Los que así piensan y así han hecho sentir su voz contra la mas bella de nuestras instituciones positivas, contra la mejor garantía que ha logrado la libertad individual en nuestra provincia, debieran por empezar por demostrarnos que las cuestiones jurídicas que se refieren a la privación de aquella libertad, sometidas a un lato conocimiento y puestas bajo las horcas caudinas de largas y a veces complicadísimas sustanciaciones procesales, han sido o son mejor resueltas, mediante esa latitud y esas tramitaciones, que las que resuelven en el breve espacio de tiempo y con la sencillez de procedimiento que la ley determina para los recursos de habeas corpus.
¡Cuánta verdad en las palabras de Ronco! Y las mismas son aplicables aún a la realidad del siglo XXI, época en que el Habeas Corpus poco se utiliza, quizás por interpretaciones judiciales erróneamente restrictivas o por las dilaciones temporales en las resoluciones.
Ya transitando la segunda década del siglo XXI las palabras y el pensamiento de Bartolomé J. Ronco mantienen actualidad.
Por su parte, la obra histórica de Bartolomé J. Ronco se encuentra dispersa en revistas y periódicos, aguardando ser recopilada y reeditada. Un importante trabajo de investigación bibliográfica efectuado por el abogado Guillermo Palombo, quien tuviera la gentileza de acércanoslo se encuentra próximo a aparecer, por lo que he de limitarme aquí a reseñar las que a mi juicio son las más destacadas contribuciones de Ronco a la historia local y regional, amén de las ya citadas a lo largo de este trabajo.
En materia de toponimia, un tema muy caro a sus afectos, son numerosas sus colaboraciones en periódicos de Azul y Olavarría. Citaremos a manera de ilustración los siguientes: “Azul, origen de su nombre”; “Huellucalel”; “Santa Catalina”; “Arroyo de los Huesos”;”Paso del Cura”; y “Chillar”, pudiendo consultarse para obtener más detalles la obra de Stella Maris Fernández “Mítica Azul: Tierra de Quijotes”. (19)
Deben mencionarse también sus artículos “La esgrima de las boleadoras”(20); “Martín Fierro. Su significación política” (21) y “Bibliografía de ‘Martín Fierro’; La undécima edición de la primera parte” (22)
UN GENEROSO LEGADO
El 6 de mayo de 1952 se produjo el fallecimiento del Dr. Ronco y su viuda mantuvo vivas su memoria y su legado hasta su propia muerte, acaecida en
La única hija había muerto en plena adolescencia, y en su memoria el Dr. Ronco y su esposa hicieron construir el Cantoncillo Santa Margarita, luego donado a la ciudad.
Al deceso de María de las Nieves Giménez se conoció oficialmente su manifestación de última voluntad: que la casa familiar y todo su patrimonio pasasen en propiedad a
Un desafío que fue asumido por
UN PROYECTO SINGULAR: AZUL, CIUDAD CERVANTINA DE
Conservar, catalogar, difundir. Los tres grandes pilares de una biblioteca a los que, en el caso de
En el año 2004 se van a producir en Azul una serie de de fortuitas casualidades de las que nadie en aquel momento pudo imaginar su trascendencia, y que no detallaré aquí en homenaje a la brevedad. Por esa fecha ya se habían comenzado a impulsar las actividades que por todo el mundo debían conmemorar el IV Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote, parecía que todos los caminos solo tenían un destino: la colaboración para organizar en el Teatro Español una magna exposición de los Quijotes que
El título de la muestra, sin quererlo, se ha convertido en una particular hoja de ruta: el espíritu quijotesco, ya existente en Azul, había encontrado su medio para expresarse, valorando su colección patrimonial, la riqueza y singularidad de la colección quijotesca de
La muestra, que estuvo abierta del 18 al 25 de noviembre, fue visitada por más de diez mil personas, las que pudieron disfrutar de 108 ejemplares de la obra cervantina, acompañados de revistas, periódicos, sellos de correo, programas, afiches publicitarios, fotografías, cerámicas y azulejos, bustos, estatuillas, medallas, hasta totalizar la cantidad de 224 asientos en el catálogo.
Pero junto a ella, se comenzó a trabajar en uno de los aspectos más singulares del proyecto cervantino de la ciudad de Azul: la apuesta por las actividades concretas y puntuales unidas a algunos proyectos de futuro, enfocados a los más jóvenes. ¿Y qué mejor forma de conseguirlo que permitiendo que todos los niños de Azul, de la ciudad y del campo, tuvieran su Quijote, su propio ejemplar del Quijote, que impreso en papel prensa por las rotativas del diario El Tiempo, pudiera cada uno de ellos llenar de colores? ¿Y qué mejor que esa versión del Quijote de Walt Disney, impresa por Tor en 1942?
Y de las casualidades a los hechos. Y de los hechos a la búsqueda de un proyecto único, que permitiera conjugar en un mismo espacio a todas las instancias que hicieran posible hacer realidad un sueño: convertir a Azul en un referente cultural y la cultura como un servicio comunitario, un motor económico, educativo y social como lo deseaba Bartolomé J. Ronco. El nombramiento en enero de 2007 de Azul como Ciudad Cervantina de
El hermanamiento de Azul con Alcalá de Henares, la cuna de Cervantes, y la confección por parte del destacado artista plástico Miguel Rep de dos murales alusivos (uno en cada ciudad), logros concretados en el año 2011, han significado hitos que hubieran enorgullecido a Ronco y que a la vez testimonian una vez más la universalidad de los valores de la obra del genial Manco de Lepanto.
AZUL Y MARTÍN FIERRO: EL BICENTENARIO EN LAS PAMPAS
Esta exposición, llevada a cabo en
Además de las ediciones príncipes, se destacaron ejemplares clandestinos del poema, o con curiosidades tipográficas, facsimilares, adaptaciones para los niños, traducciones a los más variados idiomas, ejemplares ilustrados por Adolfo Bellocq, Tito Saubidet, Alfredo Guido, Juan Carlos Castagnino, Carlos Alonso, Rodolfo Nigro y Roberto Fontanarrosa; ediciones extranjeras; revistas, historietas, adaptaciones teatrales y musicales, almanaques, cajas de fósforos, y hasta naipes gauchescos.
En fecha reciente y con apoyo del Ministerio de Asuntos Agrarios de
(1) RONCO, BARTOLOMÉ J. La educación y el delito. Buenos Aires: Imprenta, Librería y Casa Editora de A. Etchepareborda, 1905. 89 p.
(2) TABERNIG DE PUCCIARELLI, ELSA. “Martín Fierro en francés”. En José Hernández (Estudios reunidos en conmemoración del Centenario de EL GAUCHO MARTIN FIERRO) 1872-1972.Trabajos, Comunicaciones y Conferencias – XIV. Instituto de Literatura Argentina e Iberoamericana. Departamento de Letras. Facultad de Humanidades y Ciencias de
(3) En: Azul: revista de ciencias y letras / Director Bartolomé J. Ronco. Azul, Provincia de Buenos Aires. Año 1, no. 4, mayo-junio 1930, pp.165-178.
(4) Exposición Martín Fierro organizada por
(5) 1872 – Primera edición. El gaucho Martín Fierro. Buenos Aires: Imprenta
(6) 1879 – Primera edición. La vuelta de Martín Fierro. [Buenos Aires]: Librería del Plata. 59 [1] p. Adornada con diez láminas de Carlos Clerice. Con dedicatoria autógrafa de José Hernández a Estanislao S. Zeballos
(7) RONCO, BARTOLOMÉ J. “Azul y Martín Fierro”. En: Azul: revista de ciencias y letras / Director Bartolomé J. Ronco. Azul, Provincia de Buenos Aires. Año 1, no. 4, mayo-junio 1930, pp.198.
(8) ABADIE, ADRIANA: “Una Maternidad del hospital de los muñecos”. En El Tiempo. Suplemento social y de espectáculos de Azul. Año 3 Nº 142. Azul, 15 de diciembre de 1994.
(9)RONCO, BARTOLOMÉ J. “Lugares de interés histórico en el partido de Azul”. En Boletín de
(10) ABADIE, ADRIANA “Memorias de una ‘Mamá’ buena y grande”. El Tiempo. Fotos y Letras. Suplemento Social y de Espectáculos de Azul. Año 3 Nº 121. Azul, 14 de julio de 1994.
(11) The / History / of / the Valorous and Witty-Knight-Errant, / Don Quixote, / of the Mancha. [Filete.] / Translated out of the Spanish: now newly Corrected / and Amended [by Thomas SHELTON]. / [Filete + escudos de la flor de lis y de la rosa de Inglaterra + Filete.]/ London: / Printed by R. SCOT, T. BASSET, J. WRIGHT, R. CHISWELL. / 1675. Dos tomos en un volumen. Tomo I: 8 hs. preliminares sin numerar + 137 fols.; tomo II: 5 hs. preliminar sin numerar + 138-273 fols. Se reimprime la traducción de
(12) RODRIGUEZ, ENRIQUE C. y JOSE MANUEL LUCIA MEGIAS: “Biblioteca Popular de Azul Bartolomé J. Ronco: patrimonio al servicio de la comunidad”. Ponencia presentada en el Primer Encuentro de Instituciones con Fondos Antiguos y Raros, organizado por el Programa Nacional de Bibliografía Colonial de
(13) Entre ellas, ALONSO DE ROCHA, AURORA: “La colección Martín Fierro del Dr. B.J. Ronco”. El Tiempo. Suplemento “
(14) Miembro de número del Instituto de Historia Militar Argentina y correspondiente en la provincia de Buenos Aires del Instituto Nacional Belgraniano, Miembro del Grupo de Trabajo de Historia Militar de
(16) En: Boletín de
(17) RONCO, BARTOLOMÉ J. y RICCI, SIXTO F.: El Recurso de Habeas Corpus en la legislación de
(18) Sigo aquí el detallado estudio que sobre la obra jurídica del Dr. Ronco tiene en preparación el Dr. Ernesto Julio Arrouy, miembro de la comisión directiva de
(19) FERNANDEZ, STELLA MARIS: “Mítica Azul: Tierra de Quijotes. Ciudad cervantina de
(20) RONCO, BARTOLOMÉ J. “La esgrima de las boleadoras”. El Tiempo. Azul, 9 de julio de 1939.
(21) RONCO, BARTOLOMÉ J. “Martín Fierro. Su significación política”.
(22) RONCO, BARTOLOMÉ J. “Bibliografía del Martín Fierro”. El Tiempo. Suplemento. Segunda Sección. Azul, junio de 1939.
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